Paisaje impuesto

Esta pieza parte de un performance efímero realizado frente al muro fronterizo. En él, la artista se pinta a sí misma para mimetizarse con el muro, borrando su cuerpo en el paisaje. El gesto busca evidenciar cómo este límite —concebido como dispositivo de control y separación— se ha integrado a la vida cotidiana hasta volverse un elemento naturalizado del entorno.
Desde su estudio, ubicado frente al muro, la artista observa y cuestiona esa frontera que, con el tiempo, se ha vuelto parte del horizonte y del imaginario local. La acción surge del deseo de volver a mirar aquello que ya no vemos: ese paisaje impuesto que hemos aprendido a acept